jueves, 12 de enero de 2017
CUENTO: " LAS BURRAS DE CASILDO "
Casildo era un campesino que se dedicó a criar burros, los traía de las llanada de Monay con el propósito de alquilarlos como bestias para cargar arena y materiales pesados hacía los cerros de Trujillo; llegó a tener 50 burros entre machos y hembras, que albergaba en un pequeño potrero. Allí colocó un aviso que decía: ” se alquilan burros y burras” a 30 bolívares por día y a 150 bs la semana.Era un amor con sus burras, de ellas hizo una especie de haren, a cada una le puso un nombre a flor de labios:: azucena, Rosita, Filomena,doña Carmen, Trabuca,Mil amores, La poncha, La Turca, La peluda y cachifa. Un día llegó un italiano a alquilar 10 burras por una semana y cerraron contrato;pasado el tiempo estipulado en el convenio, el musiú ni las burras se volvieron a ver. El dueño preocupado salió una mañana a buscar al europeo y a sus burras,viendo que no había ni rastros de lo que buscaba, se dirigió al pueblo más cercano y en el camino se topó con un muchacho y le preguntó sobre el musiú, señalando sus características y el motivo de su búsqueda, a lo que ” beto” – así apodaban al muchacho – le confiesa que según la descripción que usted me da, no hay duda que el personaje es el dueño del circo ” Los Miguelitos ” que precisamente comienza mañana sus presentaciones en las fiestas patronales de San Roque; esta información descompuso a Casildo, por la lluvia de presunciones que inundaban su mente sobre el destino de sus burras. Montado en su ” “Rajamula” – así se llamaba su mula preferida – galopó hasta llegar al circo ” Los Miguelitos” y estando frente a frente con él musiú, le reclama en tono molesto su incumplimiento con el regreso de sus adoradas burras, éste sin inmutarse le riposta:sus burras se murieron. Al oír tan cínica respuesta, Casildo se puso a llorar sus burras y el italiano se reía a todo dar. De pronto se aparece ” beto” y consolándolo le dice al oído: ! señor casildo! no se preocupe que sus adoradas burras están vivas pero hay que hacer algo porque dentro de ese circo corren riesgo, aquello le volvió el alma al cuerpo y siguió al joven hacia una cabaña donde vivía un anciano y oída su angustia, el longevo señor le dijo: vaya mañana y se para al frente de la carpas y solo tiene que esperar ver lo que va a suceder; así hizo y de pronto se apareció dentro de la carpa un inmenso y descomunal burro, que detrozó el circo y provocó la estampida de todos los animales. Al italiano no le dió tiempo ni de ponerse los pantalones al tiempo que exclamaba: " MIA MADRE ! CHE ASINO NON E DI QUESTO MONDO E IL DIAVOLO DI PERSONA...FINITO CON IL CIRCO. BURRAS SE HO PRESO QUEÍ VOLTI...HO FATTO LA MAMMA? Casildo todo emocionado lloraba de alegría en el medio de sus 10 adoradas burras, ofreciendo como agradecimiento un rosario cantado a San Roque.
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