De ella solo se conocía su pasado, su nombre era Soledad, mujer de estampa mística, ojos negros, expresivos y de mirada penetrante,piel curtida, de aspecto latino; poseía todos los atributos que la naturaleza suele dar a ciertas mujeres, solo que tenía un pronunciado lunar en la mejilla derecha; se decía que había mandado a sus tres primeros esposos al cementerio, todos murieron en extrañas circunstancias.La llamaban “la viuda negra” o “la dama de los besos del Bodegón”.
Un día,como de costumbre,estaba sentada en la “ventanita” del malecón, vio aparecer en el horizonte un hombre solitario, remando una balsa en alta mar; a medida que se acercaba, dejaba al descubierto su aspecto tosco y rechoncho, barbudo, de rasgos europeos,con una que otra cicatriz; traía consigo baúles, repletos de aperos propios para una aventura marina, especialmente su hamaca, brújula,arpones,navajas, cuchillos, además de su infaltable bodega.
Mare forza! gritó el lusitano, quién llegó a la isla de manera anónima,pues nunca se supo su origen, apenas se le conoció con el nombre de Yoao o “Tiburón” mote que respondía a su aspecto barrigón, que hacía símil con el característico cetáceo considerado el “León del mar ” y por el cual sentía temor y respeto. Lo que si se sabía de él, era su experiencia como navegante errante y aventurero.
Su soledad lo abrumaba, sufría achaques paranoicos. Una noche, de regreso de la taberna, luego de haber tomado hasta donde su cuerpo aguantó, entra a su casa-caney y se acuesta en su hamaca; obnubilado por los efectos de la copa, comienza a sentir delirium tremen, se le oye conversar con los fantasmas de sus recuerdos, hacía gestos de enfado, gritaba, reía, lloraba,pero nadie lo oía, a no ser su soledad,era un hablar consigo mismo.
De pronto, oye que la puerta del caney se abre y aparece Soledad,la mujer devoradora de hombres; Yoao quedó en su hamaca en posición yacente, con una mirada trémula y confusa; lo cierto es que Yoao, comienza hilvanar una extraña sensación de suicidarse que irradia su débil mente, para ello preparó su plan para irse de este mundo.Comienza escribiendo una carta, explicando los motivos de su irreversible decisión, misiva que introduce en una botella que lanza alas profundidades del mar; el mensaje va dirigido a su antigua esposa, hijos, amigos y a cualquier autoridad, con la esperanza de que algún día su mensaje llegue a buen destino.
En su primer intento se lanza en un vivero de tiburones, espera y no pasa nada, los tiburones se habían saciado con focas.
Se regresa y toma un frasco de veneno, se toma una porción y se acuesta en la hamaca esperando la reacción,a la hora, siente que no ha pasado nada. Mira el frasco que dice “veneno letal”; se toma la otra porción y espera un rato y no pasa nada. Parece que alguien cambió el contenido por leche de magnesia.
Abre su baúl y saca un revolver cargado, se dispara en la cien derecha y no pasa nada, toma de nuevo el arma y se dispara de nuevo, no sucede nada.Parece que alguien cambió las balas por proyectiles de salva.
Decide ahorcarse, ata un mecate del techo del caney, se coloca la soga al cuello y cuando decide lanzarse al vacío, se produce un temblor de alta intensidad que provocó el desplome de toda la estructura del caney, no pasó nada.
Ya al punto de dejarse besar por Soledad, recibió una carta de su esposa clamando que no se suicidara y regresara a sus brazos. De pronto despertó de su pesadilla.
Ya al punto de dejarse besar por Soledad, recibió una carta de su esposa clamando que no se suicidara y regresara a sus brazos. De pronto despertó de su pesadilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario